El fútbol une a las familias, transforma conciencias, consolida amistades y brinda salud, disciplina y sentido a las vidas de quienes lo practican como si fuera una religión.
Yo no lo juego, no aprendí y no me atraía, sin embargo apoyo a mis dos hijos en todo lo que puedo para la práctica de ese maravilloso deporte, aprendo en cada entrenamiento y asisto a todos los juegos que me es posible.
Quienes le saben a esto y están involucradas (por lo general son las mamás) viven entre torneos, viajes, entrenamientos y convivencias que son un verdadero desafío cuando se trata de sacar adelante a una familia porque es una actividad extra académica que, de suyo, representa una carga más a la cotidianeidad.

Con este contexto es que deseo hablar de la 5ta edición de la Copa Furia Simsa, llevada a cabo dentro de las instalaciones del Parque España de Torreón del 16 al 21 de mayo de 2022 con gran éxito y una histórica participación.
Lo que más llamó mi atención es que el Parque España decidiera -acertadamente- ampliar la convocatoria y abrir sus puertas a todas las familias laguneras por igual.

Esa apertura habla de visión y de objetivo, de un cambio de conciencia, de pertenencia y solidaridad, en verdad felicidades a todas las personas involucradas en esta 5ta. Copa Furia Simsa.

Nunca falta el papá o la mamá que, a pesar de la insistencia de los organizadores, se pone a gritarle a su hijo o al árbitro poniéndose ellos mismos en evidencia, sin embargo fueron los menos.
Considero que ninguna búsqueda por la victoria, ninguna medalla, ningún título nos da el derecho de lastimar a nuestros hijos en público o en privado, creo que son más valiosos el saber trabajar en equipo, hacer ejercicio y divertirse participando que ganar un partido.

Y más valioso aún es que tus hijos jueguen felices y no llorando por dentro debido a tu pobre gestión emocional.
No se trata de ti sino de ellos.

Tampoco faltó el déspota que siempre trata mal a los empleados, que critica a gritos, que se hace notar humillando a los demás cuando en verdad sólo se humilla a sí mismo.
Pero no nos estacionemos en esos insignificantes percances, cuando debemos celebrar y reconocer el esfuerzo y la entrega -sin queja alguna- de todas las organizadoras que estuvieron siempre atentas a que todo saliera bien: las bocinas, la música, la venta, los partidos, las finales, la pirotecnia, la fiesta, en fin, todo salió espectacular ¡muchas gracias a todas y a todos!

Yo no juego fútbol pero si me invitan a jugar ¡sí me aviento una pica!
¡Enhorabuena y larga vida a la Copa Furia, al Parque España, a patrocinadores y organizadoras, al Santos y al Fútbol!