“No importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones, es un buen gato.” — Deng Xiaoping
La pandemia cambió muchas cosas, nos hizo reflexionar y valorar el tiempo que nos queda, a mi me obligó a hacer un alto y antes de cumplir 44 años -el próximo 6 de abril- decidí que este 2022 ya no iba a hacer las mismas cosas que había hecho antes, no sabía bien a bien que iba a cambiar pero estaba decidido a hacerlo.
El miércoles 5 de enero de 2022 comencé a trabajar en la Dirección General de Desarrollo Económico de Torreón como Secretario Técnico.
La Dirección se mudó al edificio municipal que fuera propiedad y sucursal del Banco de México, frente a la Plaza conocida comúnmente como de armas pero cuyo nombre original es “Plaza 2 de abril” debido a la histórica batalla por la que el General Porfirio Díaz fue conocido durante muchos años como “el héroe del 2 de abril” al tomar Puebla.
Pero esa es otra historia.
Cierto es que el 2 de enero yo sólo contaba con la determinación de hacer las cosas diferentes para obtener resultados diferentes pero nunca imaginé que se me presentara una invitación para -después de 11 largos años de estar en la IP- volver a incorporarme a la función pública.
Semanas antes de esto yo había comenzado, sin razones aparentes, a reducir gradualmente mi barba, a beber exclusivamente agua y té y a cuidar minuciosamente mi alimentación y por ende mi salud.
Días antes de que se me presentara la disyuntiva de integrarme o no a la administración pública municipal y como resultado de los nuevos hábitos comencé a experimentar más espacio en mi mente y más paciencia, mayor templanza y lo que pudiera yo identificar como cierta madurez.
He estado leyendo todo tipo de comentarios , la mayoría positivos en mis redes sociales, mismas que han sufrido un cambio al guardar silencio durante estos meses. Los deseos de éxito son la media pero también hay espacio para el comentario que pretende herir, ahí están y son públicos, nada se censura en mis redes.
A todas las personas que se han tomado la molestia de mandarme buena onda les agradezco profundamente, no se me olvida.
Ahora, a diferencia del pasado y estando dentro de la estructura municipal, tengo la ventaja de comunicar a mis compañeras y compañeros todas las denuncias y quejas que tradicionalmente recibo a través de las redes sociales con la esperanza de solucionar con mayor inmediatez los temas que vayan surgiendo, asimismo puedo canalizar a Atención Ciudadana todo lo que me llegue y darle seguimiento.
Es muy fácil señalar y criticar, un poco más complejo es hacerlo sólo y públicamente, y más difícil es obtener resultados, creo que ese estilo tiene una caducidad que si no se respeta se echa a perder, se corre el riesgo de convertirse en un crítico sistemático y crónico sin llegar a nada y no quiero convertirme en un personaje amargado y gritón, que por cierto, abundan.
A Román Alberto Cepeda, a Kena Yáñez, a quienes integran la actual administración y a mis familiares y amigos les agradezco el voto de confianza y el beneficio de la duda, el tiempo será el mejor juez de mis decisiones y de mi desempeño, estoy a sus órdenes en los canales de siempre y en la Dirección General de Desarrollo Económico de Torreón.
PD: mantener la caballerosidad -pudiendo perderla a voluntad- será una premisa que seguiré puntualmente.



Con Kena
SINCERAS felicitaciones por tu cargo, pero a los de a pie , como yo terrestre agrícola lagunero, en que consiste tus tareas a desempeñar, lo poco que entendi es creo comunicar lo que la ciudadanía reclama, o entendi mal ?
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