El narcisismo que caracteriza a algunos protagonistas de la política les lleva a cometer errores, hay ocasiones en que esos errores se alcanzan a ver en el futuro, antes de que sucedan, como quien ve un vehículo dirigiéndose a un precipicio, cual lemming de cuento de Francisco José Amparán.
Hasta antes del escándalo ocasionado por la celebración de la boda de su hijo, Marcelo Torres Cofiño era el candidato, en los hechos mas no oficial, del PAN a la alcaldía de Torreón. Antes de las elecciones en donde Riquelme, perdón, el PRI se llevó “carro completo” Marcelo era visto como el futuro Alcalde de Torreón.
Suenan varios nombres para la Alcaldía, en el PRI les da frio si los mencionamos porque saben que del plato a la boca a veces se cae la sopa pero los corazones de algunos laten (a veces una vez en toda la eternidad, como los de los vampiros) y el tricolor, junto con sus acólitos, tiene la esperanza de ganar la elección mientras hay un duelo de fierros y garnachas.
Fierros que no tiene empacho en cargar Luis Fernando Salazar, quien con el pretexto de su informe de actividades legislativas anda corriendo por las calles de Torreón (la verdad es que corrió un día, lo grabaron muchote y nos está refriteando sus vids) pero de que levanta pesas y le pega al crossfit combinado con kung fu, krav maga, tae kwon do, karate, judo y jiu jitsu es cierto, porque en la política lo más importante hoy en día es la capacidad de partirle la madre al contrario con unos sabrosos madrazos, después y sólo después, hablamos…
Por su lado, Marcelo ha guardado silencio, a pesar de tener el pretexto que tiene LFS (precampaña con cara de informe de actividades) se ha mantenido en un absoluto silencio a través de redes sociales, las notas de los periódicos que dieron fe de la boda cambiaron sus titulares para enfatizar que contaban con permiso y sana distancia, uno de los diarios hasta eliminó todo registro sobre el suceso y pues anda caminando por la sombrita a ver si no lo ven, estoy seguro que vuelve a redes luego de que el Gobernador de Coahuila desahogue su Informe hoy lunes 30 de noviembre.
Serán 3 tiradores principales: MORENA, PAN y PRI, dependerá mucho de los “monos”, por supuesto, pero hay que resaltar que hasta antes de la elección de los diputados locales de Coahuila, Marcelo Torres Cofiño era considerado como el sucesor del Alcalde Jorge Zermeño, obviamente la candidatura ya estaba más que acordada, la misma que hoy se tambalea por la boda y el fuego amigo subsecuente.
Como lo he dicho al aire lo escribo también ahora: Román Alberto Cepeda y Antonio Gutiérrez Jardón la quieren en el PRI pero sólo uno va a tener la misión de quedarse al margen como candidato, ver cómo se desgastan Marcelo y Luis Fernando e intentar rescatar para ellos la alcaldía, y digo quedarse al margen porque algo que nos ha enseñado este recién iniciado proceso electoral es que los aspìrantes no necesitan que los ataquen, solitos se hacen daño.
Además considero que la mayor virtud que hoy por hoy tiene el PRI es que es aburrido y como que no lo pelan, calladito se ve más bonito ¿o acaso has vuelto a ver a alguno de los diputados locales electos en redes sociales después de que ganaron la elección?
ja ja ja, no.
Garnachas porque hasta antes de la rostizada en redes que le dieron a MTC era común verle comerse un elote, un burro del apá o una burguer, un durito placero, un agua fresca o hablar de diskettes de 1991 (sigo sin entender ese post) y creo que esa narrativa seguirá durante su campaña.
En resumen: veremos mucha garnacha, muchos fierros y muchos calladitos me veo más bonito, a ver quien gana, ojalá que como muchas veces, no pierda Torreón.
PD: alguna vez me dijeron, después de ponerme una putiza trabajando, que me hiciera a un lado y que “chiveara” un rato, este soy yo, chiveando un rato…
CENSURA MESTA 