Mientras el mundo cambia . . .


Nunca como ahora se ha utilizado la información como un arma, la inmensa cantidad de noticias falsas que circulan en los grupos de WhatsApp resulta, por decir lo menos, inquietante, tal vez por eso la filial de Facebook ya trabaja en un botón checador de noticias falsas; los horarios han quedado casi en desuso, es común ponerse a revisar los mensajes de los grupos de los servicios de mensajería y las noticias en las redes desde muy temprano por la mañana hasta ya entrada la madrugada, sin despegar la vista de nuestros celulares.

Byung-Chul Han (Corea del Sur, 1959) filósofo de moda, publicado por El País hace unos días augura desde Berlín que el modelo chino se impondrá por razones de supervivencia y, tal vez también por una conciencia cultural más apegada al colectivismo que al individualismo occidental.

Byung-Chul Han

Sin embargo en China no existe tal cosa como derecho a la privacidad y en Corea, tan alabada ahora, cada piso de cada edificio es escrutinado por cámaras equipadas con software de reconocimiento facial; el autor de “En el enjambre” y “Psicopolítica” aprovecha para mencionar el concepto de “biopolítica digital” que combinado con el big data y la inteligencia artificial dibujan una realidad distópica para el futuro de la humanidad.

Antes que Byung-Chul Han, otro filósofo de moda, Slavoj Zizek, (Eslovenia 1949) teorizaba en el portal RT sobre la caída del modelo económico y político de China, sobre la futura unificación del término “virus” en las realidades física y digital ya que terminarían por entrelazarse asegurando que el capitalismo estaba herido de muerte al estilo Kill Bill, o sea, un hombre muerto caminando.

Slavoj Zizek

Evito las redes sociales ahora más que nunca, las refino, sigo las cuentas de la Organización Mundial de la Salud, de la Secretaría de Salud Federal y sus homólogos estatales y municipales tanto en Coahuila como en Durango, sin duda leo todos los artículos del Doctor Ricardo Acosta, sigo con reservas y mayor detenimiento las cuentas de los Gobernadores, casi he dejado de seguir al Presidente…

Respecto a mi feed he tenido que tomarme un descanso para evitar leer comentarios de personas conocidas o de cuentas que antes me gustaban y que ahora sólo alimentan la paranoia y son (válidas y respetables) catarsis de lo que ahora sucede, me he distanciado de las redes sociales unos días y estoy en mi casa desde el martes 17 de marzo con Gaby y los pequeños en un distanciamiento social de facto y sin salir más que para lo absolutamente indispensable, nos pudimos abastecer para 15 días con tiempo, fue lo que consideramos prudente para no hacer compras de pánico y suficiente para nosotros y nuestro presupuesto.

Desde el martes 17 trabajamos digitalmente desde casa, nos ha costado algún esfuerzo pero creo que hemos llegado a encontrar ritmo, aunque me queda claro que esa pequeña rutina lograda con el equipo y con la vida diaria puede cambiar de inmediato, lo que para algunos ha representado una ventaja como trabajar desde casa utilizando las herramientas digitales disponibles actualmente puede rapidamente convertirse en una pesadilla. Facebook y Google, entre otros, han avisado que sus servicios pueden ser más lentos debido a la contingencia, y de hecho lo son o están comenzando a ser restringidos para evitar la sobrecarga de datos, como se les ha pedido a Netflix y a YouTube también que bajen la calidad de sus transmisiones para evitar un colapso de repercusiones inefables.

El escritor e historiador Yuval Noah Harari (Israel 1976) asegura en una entrevista vía correo electrónico a El País que “en este momento de crisis, enfrentamos dos opciones particularmente importantes: el primero es entre la vigilancia totalitaria y el empoderamiento ciudadano. El segundo, es entre el aislamiento nacionalista y la solidaridad global”, el autor de “Sapiens” no duda que el mundo será diferente a como lo habíamos conocido antes y que el acelerado uso de las nuevas tecnologías en épocas de crisis puede llevarnos a una realidad distópica, por ello considera que “la mejor defensa contra los patógenos es la información”.

Yuval Noah Harari

Personalmente agradezco irme a dormir y amanecer sin que mi familia y los míos hayamos experimentado algo que aún no llega y cuyo remedio sigo esperando que surja milagrosamente, el encierro lo hemos vivido hasta ahorita en paz, trabajando como siempre, la relación con mis padres es mejor, estamos todos enfocados en la comunicación de calidad y en estar en contacto por llamadas, mensajes y videollamadas, no perdemos el tiempo, al contrario, queremos aprovecharlo, el equipo es consciente y los clientes solidarios, hay nerviosismo pero también el deseo de salir adelante.

Creo que ahora más que nunca se requieren prudencia y tolerancia, vamos a necesitar los unos de los otros en el futuro inmediato y una sociedad polarizada que sufre con las etiquetas del privilegio o de la pobreza no podrá organizarse con la agilidad que se requiere. Me aterra lo que veo en España, Italia y Francia, Sudamérica y los Estados Unidos, desde mi ínfima existencia alcanzo a ver que el drama es parejo, sufren tanto el pobre como el rico, todo es cuestión de tiempo y el virus no sabe de clases sociales (aunque así lo asegure el Gobernador de Puebla) tenemos que suavizar el tono porque viene la necesidad de auxilio, tenemos que hincarnos para que nos pase la tormenta por encima.

El encierro molesta pero el hecho de pensar que afuera de mi casa hay hombres y mujeres que no saben cómo van a comer ellos o sus hijos me invita a reflexionar sobre la contingencia y llegar a la conclusión de que la raza humana es una plaga para el planeta, le restamos a nuestra casa en vez de cuidarla, la utilizamos y la consumimos sin control cegados por el comfort que la modernidad supuestamente nos ha dado, el hombre no sólo es lobo del hombre (y de la mujer) sino de su entorno, millones y millones de seres que, como Atila, a nuestro paso no dejamos crecer ni la mala hierba.

Mientras el mundo cambia la vida sigue y los niños crecen, esto no para y prefiero buscar contenidos para ellos en esta extraña realidad en vez de andar sintiendo pena por nosotros, coraje por nuestros antepasados o ansiedad por el futuro. Así como tú, hago lo que puedo. Espero de corazón que tu y los tuyos se encuentren bien, que cada amanecer te encuentre con ánimo y que cada noche sea de descanso.

Un comentario sobre “Mientras el mundo cambia . . .

  1. También existió un filósofo musico y poeta en México , en una de sus letras nos regaló:
    No vale nada la vida,
    La vida no vale nada.
    Comienza siempre llorando
    Y así, llorando, se acaba;
    Por eso es que en este mundo
    La vida no vale nada.

    Sin embargo , claro que la vida si vale, la de nuestra familia, las células que conforman a la sociedad, este maldito bicho C O V I D 1 9 , lo vamos a vencer .
    Por favor no hagan compras de pánico, por fortuna en el autoservicio ALSUPER , estan racionando lo que puedes llevar en piezas de ciertas mercaderías. Gente por favor entendamos que para vencer al bicho virus pandemia, , es ENTRE TODOS ( no es alusión a frase de partido aclaro).
    Si es que más adelante de esta fecha jueves 26 de Marzo , venga el encierro al estilo España, Italia, desde ese moento sabremos como dicen los clásicos «Lo que es amar a dios en tierra de Indios». Espero que no lleguemos a esa fase de , nadie en la calle, no todos estaremos preparados.

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