
En el año 2000 escuché por primera vez la frase “ajuste de tiempo” refiriéndose a agregar algunos bloques de tiempo “muerto” a la agenda de actividades para lograr cumplir con todos los compromisos, ayudándose de los ajustes de tiempo para cumplir en tiempo y forma.
Me interesó la idea, se me hizo parecida a un comentario que me hizo uno de mis maestros de vida en una de las primeras veces que le entregué una pieza discursiva:
“déjale algunos errores, Jorge, cuando escribas para alguien más, déjale algunos errores, porque luego, quien pronunciará el discurso puede sentir que no aportó nada, déjale algunos errores, algunas omisiones, alguna coma de más, un error ortográfico, dale algo a tu cliente final para que no hieras suceptibilidades, sobre todo si es político, para que el o ella sienta que hizo algo…”
Tanto los ajustes de tiempo como los deliberados errores en un discurso son herramientas que, aunque en una primera impresión pudieran estar ralentizando un proceso, realmente existen para garantizar que los planes se cumplan a cabalidad y sin contratiempos.
Ese es precisamente el objetivo de AJUSTE DE TIEMPO, una hora de radio hablada de lunes a viernes de las 0900 a las 1000 en el 90.3 de FM en Torreón y La Comarca Lagunera.

Antes de seguir quiero compartirte una breve anécdota:
Hace años, viviendo en Monterrey y buscando una oportunidad en el servicio público después de que Nati ganara la gubernatura de Nuevo León, busqué a un poderoso funcionario que recién había sido nombrado y despachaba desde el Palacio de Gobierno del estado. Yo era un jóven estudiante de Derecho y Ciencias Sociales que había participado en dicha campaña y me sentía con el derecho de tener un hueso, perdón, un puesto y no sabía absolutamente nada de la vida.
Después de una larga espera me recibió el sujeto, no me tuvo ni dos minutos en su despacho, no me volteó a ver en ninguna ocasión a los ojos y en pocas palabras me bateó diciéndome que si “salía algo” el me hablaba…
Al salir del despacho, francamente agüitado, me encontré a un funcionario de otra dependencia, el sí me reconoció, se acordó de mi y le interesó lo que hice durante la campaña que fué coordinar los esfuerzos de jóvenes (en aquel entonces) para tres objetivos: crear un círculo ciudadano de apoyo real entre los chavos, hacer un evento multitudinario que se alejara de los clásicos mítines y generar los 10 compromisos de Nati con los jóvenes de Nuevo León.
Este funcionario, sin pensarla mucho y yo sin pedírselo, me ofreció trabajo en el área de su desempeño, bajo su cargo y responsabilidad, yo le respondí, un tanto contrariado, que lo pensaría…
Obviamente acepté.
Todo este rollo es para decirte que no es lo mismo pedir a que te ofrezcan, hace más de 6 meses busqué a un importante ejecutivo radiofónico a quien le propuse la producción de un espacio hablado, la propuesta fue vía telefónica y la respuesta fue un inmediato no ya que, alegaba, los espacios estaban cerrados “desde arriba” o sea desde el DF, le creí y agradecí su sinceridad…
Semanas después me entero que se abren espacios locales en dicha estación y le mando nuevamente un mensaje donde cometí el error de compararme con un “gurú” nacional cuya actitud e imágen parecieran chocar con la línea de la empresa, esto para convencerle de que un perfil como el mío por supuesto que puede sostener una audiencia… ¿sabes cual fue su respuesta?
Se burló de mi…
– me quedé helado –
Luego busqué a otro importante directivo de otra empresa a quien le envié otra propuesta para tener un espacio radiofónico, la búsqueda fue siempre a través de WhatsApp, y la respuesta fue el silencio, me dejó en visto.
Me agúité y la dejé por la paz, a buen entendedor, pocas palabras.
Pasaron los meses y me llama por segunda ocasión en mi vida desde los EUA un talentoso paisano que es un exitoso compositor buscando a un hijo que no tengo, me estaba confundiendo con Jorge Arturo Torres Vargas, cosa que me sucede más seguido de lo que crees, al sacar del error a mi compatriota le prometí avisarle a Torres Vargas que le andaba buscando.
A través de los mensajes directos de Instagram le avisé a Jorge, quien me respondió agradeciéndome y así quedó.
A las semanas, un amigo mutuo me contacta y acordamos vernos los tres: el brecho, nuestro amigo y yo con el objetivo de analizar la posibilidad de volver a estar en cabina. Habían pasado años sin tener contacto con Jorge y hablamos largo pero conciso. Acordamos respeto a los puntos de vista ajenos, libertad de expresión y de creación y me puse a desarrollar mi concepto.
Ajuste de tiempo será un programa que se transmitirá a través del 90.3 de FM en Torreón, podrás escucharlo online a través del portal o la app de Radiorama y también a través de tus redes sociales. Ibamos a iniciar transmisiones el lunes 23 de marzo pero se nos atravesó la contingencia del coronavirus, razón por la cual decidimos aplazar su estreno al menos una semana más.

El programa será de una hora de duración como ya lo he dicho, me acompañarán invitados en cabina: los lunes serán “a fondo” la idea es invitar políticos y que se despoliticen una hora, los martes se tratarán de “la azotea” o sea, nuestra salud mental por lo que invitaré a psicólogos, coaches, psiquiatras, doctores, etcétera, los miércoles platicaremos el Toño y yo sobre entretenimiento: música, cine, TV, videojuegos y eventos, los jueves me haré acompañar de artistas, promotores, críticos y conocedores del arte y la cultura y los viernes nos quitamos la camisa al decidir si tenemos invitado sorpresa y hacer un resumen de la semana.
También prepararemos un videopodcast semanal con lo mejor del show, mismo que se subirá a mi canal de YouTube y se difundirá a través de mis cuentas personales en Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn, Snapchat, TikTok, Foursquare, Swarm, WordPress, WhatsApp y canal de Telegram.
Con toda humildad y con los deseos de que salgamos muy pronto de esta contingencia te digo a ti que me lees que te prepares para “Ajuste de tiempo” de lunes a viernes de 9 a 10 de la mañana a través del 90.3 de FM en nuestra amada Comarca Lagunera.
Gracias a Jorge Arturo y a Roberto por pensar en mí y por ofrecerme, sin pedirlo pero si deseándolo, un programa de radio al que le voy a invertir lo mejor de mi persona y talento, de mi tiempo y esfuerzo, de mi creatividad y pasión y a los otros, a quienes busqué les digo:
Gracias… por nada.
Nota: a las personas, hombres y mujeres, que me han abierto espacios en diversas casas informativas como invitado para hablar de diversos temas les agradezco enormemente su afecto e interés y me dispongo listo y sin ataduras de ningún tipo para seguir atendiendo sus atentas invitaciones, a todas y todos muchas gracias por su solidaridad y apoyo siempre.
Siempre…
