El próximo primero de noviembre habría cumplido dos años initerrumpidos de meditar diariamente sin excepción, esto lo sé porque solamente he meditado con una app que se llama Headspace, esa es toda mi experiencia. Me cayó como anillo al dedo: su versión gratuita que dura veintiún días me llevó a pagar el año ya que su costo anual es el de dos sesiones de yoga en Torreón, Coahuila.

Debo confesar que no soy de compartir experiencias trascendentales con grupos de desconocidos (que pareciera que a todas horas están alegres) sea la que sea: yoga, meditación, cuencos, ayahuasca, deportes, viajes o lo que se vaya a poner de moda, si me interesa y decido hacerlo empiezo documentándome, buscando a alguien que conozca el tema y luego poniéndolo en práctica pero procurando encontrarme en la comodidad de mi casa.
Precisamente esa cómoda practicidad me la ofreció Headspace, me ponía mis audífonos, iniciaba la app, escogía un programa que se enfocara en ansiedad o empatía (entre muchos otros temas) o la meditación diaria que simplemente te ofrece una reflexión y te guía a través de la voz de su co fundador, el ex monje Andy Puddicombe y listo. Planeo seguir haciéndolo pero ahora ya liberado de la presión (positiva) que fué la racha de días consecutivos desconectando a la mente cuando mucho 20 minutos.

Meditar es inefable, pero trataré de explicarlo: es una desconexión de sí mismo y de sus propios pensamientos, esa desconexión paradójicamente nos sitúa en el presente instante tras instante, en el aquí y en el ahora, es algo que se puede gozar después de haberse hecho un hábito diario durante al menos sesentayseis y no veintiún días, como antes se creía. Se recomienda hacerlo sin distracciones, sentado, espalda recta, manos en los costados y pies en el piso, yo lo hice así pero también en mi cama acostado y sentado con las piernas extendidas, en un coche, antes de tomar un avión, en lugares públicos, en la playa, de viaje, ansioso, de madrugada…
La razón por la que rompí esa racha fue una feliz festejancia, la fiesta por el cumpleaños de Gaby fue un éxito tal que la tertulia abrió una sucursal en mi casa pasadas las dos de la mañana y por la que la desvelada sigue cobrando sus rentas.
Al iniciar la app mi temor se hizo realidad y me marcó nuevamente el día 1 e inmediatamente me puse a reflexionar, creo que la vida es eso, un volver a empezar cotidiano, un día uno inesperado, una nueva oportunidad.

A punto de empezar la jornada, con algunas horas despierto y sin haber meditado aún, he decidido seguir haciéndolo diariamente porque los beneficios son enormes, porque me ayuda a enfocarme, a ser un poco más empático, a ver la vida con menos tensión y menos drama y me sitúa como espectador de mi vida y la de los demás, me permite disfrutar del pasado y me muestra un futuro menos amenazante.
Meditar es lo que no dejas de hacer cuando tu cuerpo aún no te permite volver al camino del deporte porque tienes 41 años y ya no estás hecho para desveladas pero cuando lo haces ¡vale toda la pena!
¡Que tengas buen día!
Gracias por leer.
Lo más cercano que me he situado a ½ meditar es copiando pasos de ejercicios de yoga frente a un televisor,o por canales de youtubers, y si , es reconfortante la práctica de esta disciplina.
También ya en mi edad , no me deja mi saco de carne y huesos, practicar deportes como cuando treintañero, que disfruté mucho al jugar tenis, en el club Britania, en sus inicios y la economía salarial me lo permitía.
Hoy en día también reconforta caminar en una plaza arbolada a buena temperatura, sin embargo odio,odio,odio detesto a la gente que lleva a sus perrhijos a cagar, si así la palabra a cagar, a sus mascotas, y ande uno esquivando los olores y las partículas en el aire.
Pero no me quiero desviar , es importante la meditación, recuerdo que el padre, de un amigo y compañero de CDMX, con fervor religioso, tooooodos los días realizaba en su biblioteca la meditación. Por el bien de toda la sociedad es muy recomendable e importante meditar algunos cuantos minutos, es sanación es lo que pienso para ese espacio que tenemos y llamamos Alma.
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Muchas gracias por leerme Antonio!!
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