Siempre quise tatuarme, creo que cada tatuaje ha sido una crisis, no puedo generalizar esta afirmación para quienes cuentan con unas «rayas» (como se refiere mucha gente tatuada al arte grabado en sus cuerpos), pero considero que es una decisión que debe tomarse con seriedad y preferentemente siendo mayor de edad, en mi caso me tatué en mis treintas, por ahí de los 34, cuando me empezó a dar miedo la resbaladilla de la década porque me asomé a los cuarenta y creo que, visto en perspectiva, muchos de los pilares de mi mente, ideales y creencias fueron demolidos de manera espectacular ¡una crisis espectacular carajo!
Tengo seis tatuajes y el séptimo, cabalístico número lleno de metafísica y símbolo, se me ha negado, por ello he estado agradecido ya que ha sido bueno el tiempo que he vivido en el silencio corporal de la expresión.
Aunque no descarto el séptimo, el octavo, el noveno, quiero y no quiero dar ese paso, me encuentro más interesado en intentar observar la mente para convivir con ella y lograr resultados para mí y mi entorno. Hacer deporte es una obligación.




El primer tatuaje soy yo en diseño gráfico y me lo hizo Pepe Arratia, tardé meses en decidirme y en que me lo diseñara una buena amiga, el segundo representa dos intereses: el arte y la ciencia, me lo hizo Isaac Braham y tardé meses en decidirme, el tercero es el símbolo del nihilismo, me lo hizo Mango Braham y decidí hacérmelo en media hora, el cuarto es una reinterpretación del Isaac sobre el Ave Fénix (yo de mamón), el quinto son unos tacos al pastor (del pastorcito) y decidí hacérmelo echando unas cervezas con el Isaac en ese momento ja ja ja ja y el sexto me lo hice el último día que transmití Altavoz, pinche programa mamalón de radio que hice junto a mi parnita Carol Pérez, nuestro magnífico productor Luis Angel y el Director de la estación en aquel tiempo, Julio López, asustó a mucha banda porque decíamos verdades y pues patrás los filders raza, ese tatuaje es una bolsita de Salsa Valentina, porque me gusta, porque me enchila que me quieran ver la cara y porque…
*se emputa de nuevo
JA JA JA JA JA JA
Pero hablando de los tatuajes, me da mucho gusto ver a más gente tatuándose y desmitificando un gusto, un deseo, una expresión, sin juzgar y disfrutando del otro como verdaderamente es, con o sin tatuajes pero respetando.
Para mí, cada tatuaje ha representado una etapa, un deseo, una esperanza y un momento que se aferra a no perderse en el tiempo grabado en la piel.
El séptimo símbolo es escurridizo aún, se esconde en el futuro…
Me gusto mhijo. Te felicito, escribes claro, sumamente ameno y agradable. 😘
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