Desde muy pequeño mi papá me llevaba a las imprentas, a las pocas estaciones de radio, a las oficinas de los periódicos de la Comarca Lagunera y de vez en cuando a una estación de televisión, que en aquel entonces era la reina de los contenidos y dueña de la atención de millones de mexicanas y mexicanos. De esto hace más o menos treinta años…
La oratoria, la declamación, el canto, la escritura así como muchas otras formas de expresión y de comunicación me fueron transmitidas por mis padres así como el hábito de la lectura.
El olor a tinta fresca de los talleres, el ambiente dentro de cabina, el nerviosismo antes de entrar a cuadro y la emoción de mandar la primer columna para el periódico fueron experiencias que atesoraré toda mi vida.
El Siglo de Torreón en 1989 publicó mi primer artículo llamado: «El segundo Tlacaelel», muchos años después escribiría para El Siglo la columna «Mr. Media» que hablaba de redes sociales y de política…a veces.
En los medios de comunicación a donde me han invitado a charlar casi siempre me piden, eso si, de manera muy educada y sutil, que solamente hable de redes sociales y no de política; antes me molestaba, ahora ya lo entiendo y agradezco la invitación, al cabo siempre puedo gozar de la libertad que mis propias redes sociales me han dado.
En dos ocasiones estuve fuera de mi tierra, La Laguna, la primera para estudiar mi carrera en Monterrey y la segunda por trabajo en la Ciudad de México, durante estos períodos de tiempo que duraron 10 y 1 años respectivamente aprendí a valorar la riqueza de nuestra tierra, extrañaba sentirme en casa y quería regresar.
Tuve la oportunidad de escribir semanalmente en el portal político digital «La Silla Rota» de alcance nacional, fui colaborador de la Revista «Players of Life» Edición Torreón y participé en la redacción de algunas columnas políticas cuyos nombres omitiré por la utilización de seudónimos.
La radio es el medio más cálido y tal vez en el que me desenvuelva mejor, sin embargo aprender tiene su costo y, aunque no guardo rencores por las diferencias creativas que he tenido en el pasado con productores, mentores y censores considero que pudimos haber hecho algo más digno y mejor, sobretodo con mayor duración.
El Cuarto Poder se hizo rapidamente adicto al chayote disfrazado de Comunicación Social, no lo puedo evitar pero si lo puedo señalar, no puedo cambiarlo pero si puedo no formar parte de el. En La Laguna no te pagan por escribir, más bien se ofenden si pides una retribución por tu trabajo que, muchas veces exige horas y horas de concentración, investigación y desarrollo.
Hace tiempo di clases en la carrera de Ciencias de la Comunicación en la ULSA impartiendo la materia de Opinión Pública, me apasiona la cátedra y he tenido la oportunidad de ser invitado a dar cursos, conferencias y talleres sobre social media, marketing digital y estrategia política en la Ibero Planteles Saltillo y Laguna.
Todo esto que escribo es para asumir una postura públicamente:
– Yo no presto, rento o hipoteco mi conciencia.
– Yo ya no regalo mi trabajo.
– Yo asumo mi responsabilidad como parte de esta enferma sociedad.
A quienes diariamente se comprometen con la comunidad para informar y analizar la noticia y la vida cotidiana les digo: ¡GRACIAS! y a los medios de comunicación que no les caigo bien o a los que les cayó el saco por lo que dije sobre el chayote por mí pueden irse al carajo, a las amigas y los amigos que tengo en los mismos…ustedes saben quienes son…gracias por su apoyo y por toda su colaboración para hacer posible informar desinformando con buen humor y algo de sarcasmo desde el (des) Informativo Perrón.
Arrieros somos…