Me enamoré de 4 priístas y una morena.


Me enamoré de 4 priístas y una morena.

Por Alejandro Monreal

Su cuerpo en forma de cono de La Michoacana reposaba en la silla, mientras sus codos descansaban en el escritorio. Su tono de voz hacia evidente su molestia y frustración. El tema: las elecciones. La intérprete del bolero ninfómano, manoteaba y emitía su juicio irracional contra aquellos que se pintaron de un color político distinto al suyo el día de ayer. Registré mi acceso a la oficina, intenté ser tolerante, pero sólo logré pasar saliva y entrecerrar mis ojos. Continué escuchándola y de mis labios salió un “recuerde que se critica el argumento político, no a la persona en sí”. A pesar de que había varias personas cerca de mí, todos hicieron caso omiso, pero bueno, lo comprendo, quizás no aprendieron nada de lógica y argumentación en la escuela.

Mi regordeta “amiga”, interprete de boleros antivarones, gritaba en voz alta su desprecio por los azules, los llamó acarreados y todo lo peyorativo que terminara en ado, ido, to, so, cho. Ella decía que desde que salió del vientre venía pintada de tres colores y que jamás había optado por alguna otra alternativa que no se pareciera a la bandera nacional. Su discursillo, me produjo un asco terrible, que quería salir corriendo, pero mi parte comunicativa resultó ser más fuerte y me obligó a quedarme ahí, parando oreja, a ver qué cosa buena podría sacarle a la situación, que confieso, es para mí un deleite escuchar cuando la gente vomita su propia ignorancia y lo hace con orgullo.

Ayer me criticó una morenista, me juzgó sin un  contexto. Aún no soy capaz de definir si me dolió más su ignorancia o pésima ortografía. Lo digo porque alguien que escribe proccimo en vez de próximo, la tiene muy difícil para que me lo tome en serio. Por cierto, les pido que si detectan un error ortográfico en esta narración, me lo hagan saber a la brevedad. Bueno, resulta que aquella devota de la madre de dios, la virgen, la morenita, se molestó por un comentario en tono sarcástico que hice en relación con el post de una amiga. Ustedes sabrán que no pocos partidos tienen como estrategia desesperada y ruin, el regalar billetes de alta denominación y lonches con frutsi, para obtener votos a favor, pues en relación con eso, hice el comentario que cito textualmente:

“Oye, pero si divido el lonche y los 500 varos en 2190 partes iguales, que son los días que dura un gobernador en su cargo, sí la libro. Ya ves, mi chava, píensale…”

Me hubiera gustado ver la cara de la señora cuando leyó mi comentario. Supongo que como toda persona visceral, los ojos se salieron de sus órbitas y se le marcó una venita en la frente. Afortunadamente, tenemos un esfínter controla nuestras evacuaciones, de lo contrario, hubiera sucedido una tragedia y la silla o el suelo hubieran pagado las consecuencias. Pues en esa situación y presta a liberar su tensión, según lo marca la teoría del impulso, puso sus dedos en acción, tecleando de manera salvajemente indiferente a la RAE cosas como: pinche vendido, cínico, carente de sesos con popó en la cabeza, sin vergüenza, idiota, etc. Confieso que mi esfínter casi falla de la risa que me ocasionó esa respuesta de alguien que, así como lo leen, se coló en una charla intrascendente. Luego de hacerle ver a la señora, su falla, ésta se limitó a responder lo que cito textualmente, según lo teclearon sus dedos cervantinos (jaja):

“Pues para la proccima piense las cosas antes de ablar”

Resulta que yo fui el culpable de sus malas interpretaciones y falta de habilidad para el humor negro y la comedia con sentido.

La vida me ha enseñado varias cosas, por ejemplo a quitar y poner el tanque de gas o a cocinar sopa aguada, pero el aprendizaje de hoy no tiene precedentes. Los puristas, que generalmente son irracionales y faltos de criterio, no están dispuestos y mucho menos listos para el diálogo, tal como lo reflejaron los candidatos en el “debate”: una sarta de falacias ad hominen y alguna que otra ad populum, eso sí, con levantones de cuello y alisamiento de prendas. Una verborrea que ni el Imodium podía controlar. El excremento fluía con libertad por sus bocas. Recuerdo muy bien una frase de mi amigo Héctor: “hay gente que tiene la boca conectada con el culo”. -Cómo es eso- pregunté. -Siempre que hablan la cagan- me respondió.

Hay una intolerancia tanto de priístas como de morenistas. La falta de criterio a la hora de votar evidencia nuestra falta de compromiso para informarnos y ejercer un voto consciente de lo que estamos haciendo, independientemente que quién sea nuestro candidato. Abunda una “política” dirigida a quienes no preguntan y responden al endulzamiento de oídos. Sobra una política de campañas negras que en ligar de hablar de sus propuestas destruye al otro, sin discutir primero sus argumentos y propuestas. El voto se volvió una tradición y un dogma, no un ejercicio de la razón. Votar 30 años por el mismo partido sólo porque es tradición familiar es la peor forma de ponerse la soga en el cuello. Aquí nos comemos la ignorancia con los ojos cerrados y aunque sepa a mierda, la cabeza está tan acostumbrada a ello que termina sabiendo a chocoretas.

Me considero apartidista, pero mi ideología se inclina más hacia el lado izquierdo, sin estar peleado con el derecho. Confieso, por este medio, que Andrés Manuel es uno de mis favoritos para el 2018, pero no es el único que me convence. Entiendo que dos partidos le han hecho un daño considerable al país a través de un currículum oculto que contradice todas sus propuestas. Hay un tambaleo ideológico en todas y cada una de las instituciones políticas existentes que es difícil elegir, pues todas dicen representar los intereses del pueblo, pero ninguna representa los propios, porque no los tiene, o al menos, no están claros.

Y aún así, a pesar de todo lo anterior, puedo sentarme a la mesa con cada hombre y mujer que se considere digno de merecer un presente y un futuro mejor. Estoy rodeado de personas inteligentes que me comparten cada día su apoyo y experiencia, que me dan aliento y permiten que se los dé cuando lo necesitan. La prueba de ello es que me enamoré de 4 tricolor y me volví amigo de una devota de la virgen.

 

Me enamoré de 4 priístas

Una es hermosa, con mirada pura y siempre dispuesta

Otra es la mujer más inteligente y determinada que he conocido

La tercera es alegre con espíritu libre

La cuarta no me habla, pero sé que sabe que la quiero

 

Hay una morena que es buena amiga

que con sus problemas sigue la vida…

Me enamoré…me enamoré de todas.

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