Todos tenemos dudas, dudar debe ser un reflejo, un acto natural inherente a la condición humana, el hastío lo es también. A veces cuando me levanto por las mañanas y algunas veces a media noche siento que me ahoga el espacio que envuelve la existencia, como si la ansiedad de producir fuera más fuerte que el cansancio, tiempo atrás estaba convencido de que la voz interna era un juez mas parecido al sapo iscariote y ladrón de Felipe que a mi propia conciencia reprimida en el marasmo de la cotidianidad. Mas recientemente esa voz es marcial, más firme y más absurda, creo que a poco estoy perdiendo la cordura y, debe ser cierto, liberarse debe ser volverse loco.
De todos los intentos por escribir los dolorosos son aquellos que nacen muertos, cada palabra borrada, cada frase representan un pequeño fracaso pero también un nuevo comienzo, escribir es un proceso difícil, sin embargo es la única manera de enfocarse.
Se está cocinando algo para el siguiente año, un sueño que demanda tiempo y calidad y sobretodo cordura dentro del torbellino… a veces es milagroso escribir.
Nunca me he sentido algo en particular, a éstas alturas no me podido definir sin embargo sigo soñando y eso es lo que importa, no pasa nada si es una pesadilla o soñamos que volamos lo importante es soñar.
Lo importante es soñar.