Emulsión accidental

Respuestas…

Muchas personas me preguntan si soy socio de Hedbanger: no lo soy pero quisiera.

Porque Hedbanger no sólo es un punto de encuentro para individuos como yo que estamos hasta la madre de cualquier cosa que parezca hecha por una nodriza industrial cuya labor de parto interminable produce negocitos hechos a la medida del IQ de algún estrato social.

Como si todos quisiéramos parecernos a todos.

Ahí he conocido a las mentes mas creativas y brillantes de mi generación, no exagero. Nombrarlos a todos podría acercarme al incómodo accidente de olvidar a alguno de ellos pero estoy convencido de que ahí se convive con artistas que definirán nuestra generación.

Llegar ahí es charlar con el de al lado o compartir la plática común, esa que se da entre camaradas efímeros y de repente encontrarte en medio de un photoshoot de Figue, o platicar con Colmenero, saludar a Román Eguía o simplemente pistear con mis hermanos Andrés, David y Toño.

Es hablar de motos con Richo, de chelas con Porras, de familia con Harry, de jale con Charly, de desmadre y de la vida con todos, es conocer a todos y convivir y salir un poco o muy ebrio con una sonrisa, es rescatar el concepto del bar, el más puro, el más sagrado. Es conocer a Iván y celebrar su buen ojo y gusto, saludar a Alekz y descubrir a un bohemio.

Es hacerte el corte que se te antoje a la perfección hecho por Juan, es peinarte los bigotes con la cera que está perfeccionando Toki, es llevar a tus hijos a que se emocionen por parecer Rockabilly Kids, es ver a Macaulay Culkin tragándose una pizza mientras se burla o le hace un homenaje (o ambos) a Andy Warhol, es descubrir a Aphrodite´s Child y darte cuenta que Demis Roussos no sólo cantaba las rolas melosas que escuchaban tus jefes para romancear y poder hablar de todo lo que se sabe y de lo mucho que se ignora. Es platicar de novelas con Chuy. Es saludar a Natan.

Es trasladar el concepto fuera de ahí y descubrirlo en la vida diaria, es tatuarse con Isaac o con Mango, es querer que lo conozcan todos.

Es descubrir nuevas narrativas, como la de Eliseo Alberto y su tigre con alas y cagarte de risa viendo ésta maravilla que me presentó Andrés… That´s life

Gracias a Figue por las fotos y a Hedbanger por permitirme utilizarlas.